Los nervios en esta ocasión se evidenciaron de una manera muy especial, ya que a pesar de los acostumbrados y acostumbradas que están a las grabaciones, el hecho de no ser en su lengua materna, y de saberse un discurso de memoria, no siempre comprensiva, dificultó todo.
Creo que debemos sentirnos muy orgullosos y orgullosas de ellos y ellas, porque es todo un placer escucharles: